Santa Maria do Obre
Construida en época románica, sufre importantes reformas, las más significativas en los s. XVIII y s. XIX. Conserva de esta época el ábside de planta rectangular unido a la nave directamente destacando en él un vano situado en la parte posterior compuesta por un arco de medio punto moldurado que descansa sobre dos columnillas y una cruz.
En el interior, un arco de medio punto se apoya en semi-columnas encajadas en el muro, con capiteles de motivos florales y una cornisa a modo de imposta donde debía de arrancar la bóveda, decorada con elementos geométricos.
El resto de la construcción es de época posterior: nave de planta basilical dividida en tres tramos por arcos de medio punto, contrarrestado al exterior con contrafuertes, muros encalados, cubierta a dos aguas y tejado de teja. La fachada tiene una puerta enmarcada por un arco de medio punto y tres arquivoltas, otra puerta adintelada y cuatro vidrieras con arco de medio punto. Sacristía adosada a uno de los laterales de la nave desde cuyo interior se pueden ver seis canecillos que se conservan en el alero de los que tres están rotos. Campanario de cuatro machones y arcos de medio punto coronados por cupulinos.